Muchos empresarios en las Democracias no saben qué hacer con el dinero que ganan en sus empresas y que les sobra. A veces les sobra tanto que lo primero que hacen es invertir en la bolsa. Otros más celosos con el progreso del país, invierten las sobras (utilidades) en sus propios negocios. Con esto hacen que sus negocios se fortalezcan y más empleos son creados, favoreciendo la eliminación de la cesantía. En las Democracias que gobierna la derecha la cosa es bien más favorable para los empresarios y poco o ningún sacrificio les es exigido. Apenas el mínimo, igual que para el resto en que muchas veces este mínimo es mucho para otros. En las Democracias que gobierna la Izquierda, los ricos son forzados, por la ley a entregar como colaboración con su país y con los demás ciudadanos la mitad de lo que ganan (cuando es mucho). La otra mitad es de ellos. A veces esta mitad es mucho y algunos piensan que se podría exigir más de los ricos. Esto es basado en el siguiente punto de vista: “la mitad de mucho continua siendo mucho y cualquier cosa menos que lo poco, continua siendo poco”. Para nosotros, los socialistas democráticos, exigir más de 50% sería estar al borde del socialismo marxista o del comunismo y no es eso lo que queremos. Normalmente el pobre y el trabajador de baja renta, no tiene nada al final del mes, como sobra. Muy por el contrario, le falta. El trabajador de “alta renta” tiene pequeñas sobras al final de mes y las pone en la Cuenta de Ahorro. En el Socialismo Democrático, la Cuenta de ahorro es SOCIAL. Es decir hasta un cierto valor, el interés está por sobre el interés de mercado. Arriba de eso, se aplica el interés normal. Con esto se premia y se incentiva el ahorro popular (del pueblo). Los ricos invierten en la bolsa, los trabajadores deseamos que algún día nos sobre dinero para invertir mejor — ¿y por qué no invertir en la bolsa? En el socialismo marxista y el comunismo, no adelanta nada economizar, pues no hay nada para comprar.
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