El punto número tres del Manifiesto del Socialismo Democrático establece que todos los pueblos de la Tierra tienen el derecho a disfrutar de la Democracia y la Libertad. La plenitud de la vida en expresar sus sentimientos es una condición propia de los seres humanos, así como respetar los sentimientos de los otros. Eso se llama Libertad y Democracia. Prohibir los partidos políticos, que son la expresión del pueblo, se llama dictadura, pura y simple. Permitir apenas un partido político, es salvajería total e irracional, como se ve en las dictaduras del nazismo y del comunismo. Los Trabajadores no marxistas creemos que tenemos el derecho de decir lo que pensamos y no por causa de eso, debemos ser encarcelados. Tenemos el derecho de unirnos a cualquier partido político que más nos agrade y que nos defienda y defienda a la Democracia y la Libertad. No debemos ser obligados a pertenecer a un solo partido sin alternativa, aunque este sea glorificado artificialmente con nombres ridículos, tales como: “la flecha que dirige al pueblo”, “el glorioso instructor del pueblo”, “la luz máxima del pueblo”, “el arco iris del pueblo”, “el sendero luminoso”, “el guía supremo”, etc. Con esto se aprecia el ridículo de la dictadura y su perversidad. Ser feliz es algo natural del ser humano y buscar la felicidad es parte de eso. Es lo que todos queremos. No estamos de acuerdo con los comunistas rusos de la guerra fría, que mantenían al pueblo en dos dimensiones para él no saber (descubrir) que existía una tercera dimensión y decían: “no fabricaremos máquinas lavadoras de ropa para no crear artificialmente la necesidad”. Solo que la demanda no era artificial. Ellos preferían que las mujeres lavaran la ropa a mano, así tendrían dinero de sobra para hacer cohetes. En una dictadura cualquier cosa es posible. En una Democracia no es así. Los trabajadores NO marxistas SOCIALISTAS DEMOCRÁTICOS somos contra todas las DICTADURAS y las TIRANÍAS. Somos a favor de la DEMOCRACIA, la LIBERTAD y la JUSTICIA SOCIAL.