Muchos años atrás, leí un comentario de una persona de Punta Arenas en un diario local en Chile. Decía este lector, que los jóvenes son extremadamente revolucionarios y normalmente de la izquierda marxista. Pero cuando comienzan a trabajar y pueden adquirir bienes para su uso, tal cual automóvil, casa o departamento, dinero en el bolsillo, etc., aparece en ellos una tendencia para el pensamiento de derecha. Se olvidan de los días desagradables de la juventud. De la angustia por falta de dinero. Del sacrificio económico de estudiar. De los deseos fervorosos de cambiar el mundo. Cambiar la Sociedad para hacerla más justa, en que los ricos sean menos ricos y los pobres menos pobres. El hecho de tener un auto nuevo, un lindo departamento o casa en un barrio lindo e bueno, no hace a nadie un verdadero rico. Muchos creen que lo son pero en verdad la distancia que los separa de los ricos verdaderos es tan grande como aquella que los separa de los pobres. Apenas pueden encajarse en la categoría de “clase media”. Jamás podrán ser ricos porque el sistema socio-económico no lo permite. En este sistema de capitalismo salvaje, los ricos serán cada día más ricos y los pobres, cada día más pobres. Estos ciudadanos se olvidan que el capitalismo salvaje es cruel e injusto de la misma forma que se olvidaban (cuando jóvenes) que el Imperialismo Marxista trata de meternos a todos en una jaula de una dictadura comunista. Los Trabajadores no marxistas Socialistas Democráticos, tenemos ODIO y ASCO de las dictaduras.