Muchas personas se autointitulan de demócratas y antisocialistas, otras se declarán demócratas y antimarxistas, otras se declaran demócratas y anticapitalistas, otras simplemente demócratas y marxistas. Realmente existe una gran confusión de ideas. La verdad es que existen apenas dos corrientes opuestas entre si: ser demócrata o ser marxista. Encontrar un demócrata marxista es como encontrar un judío nazista. En la Democracia el pueblo escoge a sus dirigentes vía directa o indirecta mediante elecciones pluripartidistas. En el marxismo existe apenas una dictadura comunista (de los comunistas) en que el pueblo es apenas espectador. Y si no le gusta, se va para la cárcel. Ahora veamos el Socialismo. Este existe en el marxismo con el nombre de socialismo marxista y sus miembros se “autoexterminan”, se “autosacrifican” en beneficio de los comunistas. Quien no lo hace, es exterminado a la fuerza. Muchas personas opinan que el socialismo marxista es el “PARVULARIO” de los comunistas. En la Democracia también existe Socialismo pero es absolutamente democrático por principio y acción. El Socialismo Democrático siente ODIO y ASCO de las dictaduras. Por eso se opone al Socialismo Marxista. Otros socialismos que existen en las Democracias, son, el socialismo cristiano, el socialismo cooperativo, el socialismo laico, el socialismo verde, etc. Todos ellos denigrados por el “trastornado mental” de Karl Marx. Los elementos reaccionarios de la derecha fascista reconocen apenas (igual que Karl Marx) al socialismo marxista y lo llaman de apenas “socialismo”. Probablemente ninguno de ellos ha leído el Manifiesto Universal Socialista Democrático de los Trabajadores no marxistas (cualquier Biblioteca Pública). Es como aquellas personas que dicen que no les gustan las espinacas ni los brócolis sin nunca haber probado alguna.