UNA ANÉCDOTA (Parte 1)

A seguir relato una anécdota verdadera. Cuando era un estudiante en el último año de Ingeniería (7 años), había conseguido un empleo “part-time” en el SERCOTEC (Servicio de Cooperación Técnica de la CORFO) en Chile. Este empleo lo conseguí no por mérito, sino que porque era una cuota que le era asignada al PADENA (mi partido de filosofía medio socialista democrática medio social demócrata) que apoyaba el gobierno de Salvador Allende. Unos de mis primeros servicios fue hacer una inspección a una empresa recientemente expropiada y que hacia servicios de instalación eléctrica (no me acuerdo su nombre). Ha descrito la empresa como “abandonada” por sus funcionarios. Estaba apenas en las manos del portero y los antiguos funcionarios estaban haciendo “servicio de calle”. Todos eran pagados por el Estado. Pensé en mi inocencia que se trataba de servicios técnicos (me faltaba experiencia para entender la realidad). Relaté las lujosas instalaciones de los antiguos dueños que habían huido a España así que fui expropiada la empresa, por el gobierno. También relaté las pésimas condiciones de las instalaciones sanitarias de los funcionarios. Fueron varias páginas que impresionaron mis jefes. (Todos de la UP = Unidad Popular que sustentaba Allende). Me quedé muy feliz por los elogios que dieron a mi reporte. Apenas un poco curioso porque uno de los jefes dijo que mi reporte, era bueno, porque no incriminaba a ninguno de los trabajadores. Pues no había nada para desabonar su conducta. (No entendí nada). Pero me quedé más feliz cuando me informaron que en el futuro podría usar una de las Renoletas(*) del servicio. La bencina seria paga por ellos y podría hacer mi servicio de auto.

 

(*) Renoleta era un modelo barato de la Renault que tenía tracción en las ruedas de adelante. Era más feo que las arañas pero a mí me parecía LINDO.

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