Cuando pequeño visité un matadero de animales, bueyes y vacas viejas – aquellas que ya no producen nada y solo sirven para comerlas. Eran sacrificadas en forma brutal. Era una cosa horrorosa y me quedé sin comer carne por unos buenos años. Lo que me pareció más curioso es que las vacas que esperaban para ser sacrificadas, nada hacían, no reaccionaban. Actuaban como si nada estuviera sucediendo. Esto es muy diferente a los perros que cuando uno de ellos es agredido, emite un ladrido-gemido en forma ruidosa y los demás perros que están escuchando, protestan ladrando y gimiendo ruidosamente en su defensa. Nosotros, los seres humanos, somos parecidos. Cuando alguien de nuestra familia o del grupo nuestro, es agredido, protestamos enérgicamente, aun cuando es un desconocido siendo agredido en nuestra frente, o cuando sabemos de alguien si relacionamos la victima con nuestra familia. Por ejemplo: “tengo una nieta de la misma edad, por eso me quedo horrorizado con el asesinato de esa niña”. El mundo parece estar divido en dos tipos de seres humanos: los que reaccionan y se preocupan con sus semejante y los que no están ni ahí. Estos últimos son los que tienen comportamiento de “VACAS”. Son aquellos que se interesan solamente con ellos, sus familias y sus poses, nada más. “Los demás que se las arreglen”. “No interesa”. Por ejemplo: ¡“que en Cuba el gobierno tiránico de los comunistas sofoquen la libertad y a los que no les guste: a la cárcel con ellos!” “El problema es de ellos no mío”. “Los que son pisoteados en otro país, es problema de ese otro país. No es problema mío.”. Este es el comportamiento de VACAS. El mundo es formado por seres humanos civilizados: “golpea ahí, duele aquí”. Y seres humanos con comportamiento de “vacas”: “golpea ahí, ni me importo con eso”. Esto sucede por causa de las dictaduras. Los Trabajadores no marxistas, Socialistas Democráticos tenemos ODIO y ASCO a las dictaduras y somos solidarios con todos los que sufren con las tiranías de las dictaduras en todo el mundo.