Muchos se preguntan cómo es posible que un presidente se llene opíparamente con comida en un Restaurant de Turquía, mientras su pueblo, miserablemente pasa hambre hasta desmayar de inanición. Esto se llama “morir un poco” o como otros prefieren: “matar de hambre” a los trabajadores, al pueblo. La RDA (República Democrática Alemana, hoy felizmente extinguida y anexada a la RFA, República Federal de Alemania), era la única nación gobernada por los malditos comunistas que no pasaba hambre. Eso era, no porque los comunistas fueran malditos por millones de personas y víctimas, sino porque no querían repetir las angustias del hambre pasado en la Segunda Guerra. En el caso de Venezuela, los malditos Socialistas Marxistas no se importan en sacrificar al pueblo, sacrificar a los trabajadores (como quieren la Crazy Hoffmann y Lula que dan apoyo a Maduro y sus crímenes), para exterminar a los DEMOCRATAS dejándoles libre el camino al Socialismo Marxista (dictadura). Recientemente en la TV Brasileña, vimos la entrevista a una señora madre de 4 hijos huida de Venezuela. No pudo traer los dos mayores: una niña de 11 años y otro de 14. Llorando contó que recibió una carta de su hija donde le cuenta que desmayó en la escuela porque no había comido en dos días, porque no había nada para comer en casa. Llorando dice que quería volver de São Paulo para Roraima donde estaría más cerca de sus hijos. En São Paulo no había encontrado trabajo en los 6 meses que llevaba viviendo en un asilo para refugiados. En Brasil no hay trabajo ni para los brasileños, gracias al PT, MDB y otros sinvergüenzas que nada hicieron para impedir los 13 millones sin trabajo que existen. Os Trabajadores no marxistas pensamos que esto es una indecencia causada por los marxistas-comunistas y por los capitalistas-salvajes. Los trabajadores Socialistas Democráticos no queremos un país como Argentina de Villas Miserias, de un país sin libertad como Cuba o de ciudades hambrientas como Venezuela. Queremos SOCIALISMO DEMOCRÁTICO: PAN SIN CADENAS.