Este título nunca podría ser colocado como Socialismo vs Democracia, simplemente porque son complementares. Quizás “Socialismo + Democracia” sería más adecuado. En una Democracia existen cosas que los marxistas odian al extremo y tratan de destruir para imponer sus posiciones, que en la mayoría de las veces han sido comprobadamente desastrosas, siendo que la población (el pueblo) siempre paga el pato. Por ejemplo, prohíben la empresa privada, prohíben la iniciativa privada. Si no es decidido por los altos jerarcas que dominan y mandan en todo, nada puede ser hecho.
Por ejemplo, si Ud. desea abrir una empresa que interesa al país, no podrá hacerlo porque el comité estatal no lo consideró así, y no lo aprobará. Por lo demás, Ud. no podrá ni trabajar en ella si es aprobada, porque dependerá del Estado que pondrá elementos del Partido Comunista en la administración y en los mejores lugares. Así es la vida en una sociedad marxista-comunista. Vivir es: trabajar, comer y dormir, hasta morir. Comer mal, porque el marxismo en ningún lugar ha podido resolver el problema de comida abundante para su población, y todos pasan hambre.
Para que no se diga que somos injustos, debemos reconocer que en el único país comunista que se comía abundantemente y no se pasaba hambre era la antigua República Democrática Alemana – RDA (la cual no tenía nada de Democrática, pues era una horrorosa dictadura comunista). Pero resolver el problema de comida en la Alemania Comunista fue apenas una necesidad de la población y del gobierno para no repetir la tremenda ola de hambre que pasaron durante la Segunda Guerra Mundial.
En Cuba, por ejemplo, si Ud. desea abrir una heladería para vender helados, es tiempo perdido porque no se ha autorizado a nadie en esa isla hace 60 años, y no se autorizará nadie a hacerlo mientras dure el gobierno comunista. Dicen que un comercio así es el germen del capitalismo.
Ya en el Socialismo Democrático, que solamente puede existir en una Democracia, Ud. puede abrir el negocio que quiera y le darán felicitaciones por hacerlo. Como en el Socialismo Democrático las ganancias se dividen con el Estado, hay interés del gobierno que le vaya muy bien en el negocio, pues así el 50% del Estado será mayor (y el suyo también). Con ese 50% y los otros que también recibirá, el Fisco tendrá mucho dinero para dar “bienestar social y seguridad” al pueblo, a la sociedad en general. Muchas escuelas, buenos policías, buenos hospitales, buenos caminos y puentes, etc.
Si pensamos mejor y con más cuidado, el Fisco, el Estado y el Gobierno son socios de todas las empresas lucrativas del país, con el 50% de los lucros. Por lo tanto, mucho le interesa cuidarlas, protegerlas. Sus dueños tendrán más seguridad y confianza para trabajar en vez de ser expropiadas (robadas) por los marxistas. Ninguna empresa estatal será 100% privatizada, así como ninguna empresa privada será estatizada 100%. Cuando mucho y después de un largo y meticuloso ímprobo estudio, podrá surgir una empresa “mixta”, viniendo de cualquier lado (del Estado o del lado privado).
Esa es apenas una de las tantas diferencias absolutas del SOCIALISMO DEMOCRÁTICO con el marxismo, socialismo marxista y el comunismo.