Recientemente el Presidente de Chile dijo que va a bajar el precio de la energía eléctrica en más de 9%. Esto traerá la disminución de lo arrecadado en 9%. Esto parece a simple vista, a primera vista, maravilloso. ¿¿Quien no quiere energía eléctrica más barata?? ¿¿Pero, nos preguntamos si esta es la mejor forma de aplacar los exaltados ánimos de los chilenos por el alto costo de vida en el país?? Las reducciones en la cuenta de luz que tendrán los ricos, serán de millones de dólares. ¿¿Pero ellos necesitan de esta reducción?? ¿¿No sería mejor dejar la cantidad arrecadada total, igual?? ¿Sin alteración? ¿¿Sin déficit??. Para que esto sea posible, basta aplicar el modelo propuesto por el Socialismo Democrático. Todos, reciben un mínimo GRATIS. Por ejemplo, 100 KHh, arriba de ese valor. Hasta 200 KWh, por ejemplo, se cobraría el valor normal. Arriba de eso se cobraría un “PLUS” para compensar la parte Gratis. Al final, el total arrecadado no cambiaría nada. No habría déficit. Basta pensar un poco para darse cuenta que este modelo Socialista Democrático es mejor, socialmente hablando, que el del Señor Piñeira. En Cuba, todos pagan poco (esto es relativo porque ganan tan mal que lo que pagan se vuelve caro). Las empresas de electricidad son deficitarias. La mayoría cocina con electricidad por falta de gas. Parece USA o Europa, pero nos son USA ni Europa. El gobierno comunista de Cuba paga este déficit con dinero de los Trabajadores por eso les paga mal. El gobierno no tiene dinero ni para formar una flota pesquera para dar pescado a su pueblo. No acepta ayuda de flotas pesqueras extranjeras. Prefiere que el pescado se muera de muerte natural. Y eso que ellos son una isla. El pescado es importado. La dictadura comunista dice que Cuba es el Paraíso e que las Democracias son el Infierno. Los Trabajadores no marxistas Socialistas Democráticos sabemos que el Imperialismo Marxista pretende nos enjaular a todos en una dictadura comunista por toda la vida junto con nuestras familias. “Tenemos ODIO y ASCO de las dictaduras” (Palabras de Ulisses Guimarães).