En el mundo es raro ver actitudes de perversidad, principalmente pelos gobiernos, ya que se supone que ellos administran sus países cuidando de la felicidad, conforto, seguridad y de las necesidades básicas de todos. Mucho menos en contra de sus propios ciudadanos. Maduro ha negado la entrada a Venezuela de la ayuda humanitaria de remedios y alimentos para el pueblo que muere de hambre por falta de comida e muere en los hospitales por falta de remedios. Esto sucede porque el desquiciado gobierno marxista de Maduro e su gang de mafiosos odian al pueblo. La disculpa que la ayuda humanitaria sería un “caballo de Troya” es al menos ridícula. ¿Qué podrán hacer contra la tiranía, remedios y comida? NADA. Pero son muy necesarios para el pueblo abandonado por los comunistas del gobierno. Vimos en la Segunda Guerra Mundial, como el dictador Stalin prohibió que la población civil saliera de Stalingrado escapando de los nazistas. Casi la mitad fue muerta. Vimos como Hitler ordenó la inundación del metro de Berlín, solo para detener a los rusos que venían por ahí. Poco importó la muerte de miles de mujeres y niños que allí se refugiaban. Vimos como el dictador sirio Bashar Al Assad, con la ayuda de los rusos, bombardeó miles de civiles inocentes desde el aire. Entonces, ahora con la decisión perversa del dictador incontestable de Venezuela, Maduro y los marxistas que lo apoyan dentro y fuera, como el PT del Brasil, vemos que la maldad ha llegado a su grado extremo. Esto es por causa del apoyo de lo peor del mundo: el Imperialismo Marxista. Los trabajadores NO marxistas Socialistas Democráticos luchamos por la DEMOCRACIA y tenemos ODIO y ASCO de las DICTADURAS.